13 jul 2011

MERLIN - UN ARCTURIANO EN PROCYON



Antes de que el águila pueda volar,
El mago debe pintar el cielo matutino;
Cuando el águila esté en el cielo,
El mago debe situar las estrellas en lo alto;
De la raíz a la corona el árbol del mago
Da hojas y frutos para liberaros.


" Esta es mi historia, mi relato, tomado de las hojas parlantes de los perdurables árboles de Procyon. Yo soy Merlín. Nacido de los árboles de Procyon, el detonante pimpollo de una Sonda Arcturiana, invocación de la canción del corazón del sabio Memnosis, yo soy Merlín.


Mi historia comienza mucho antes de que vuestros escribas y trovadores siquiera hubieran oído mi nombre. Mucho antes de que los círculos de piedra fueran erigidos y los antiguos templos tallados en las profundidades acuosas de los fondos de vuestros océanos, mi presencia anduvo majestuosamente por los acogedores acantilados y paredes montañosas. Y precisamente mucho después de que vuestro último trovador suspire su última canción, habrá de erguirse mi espectro, infinito y multiplicado, desde el interior de las leñosas arboledas de vuestro planeta, pues yo soy Merlín, y ésta es mi historia.


A continuación de la tabla redonda de Memnosis, un pequeño contingente de esporas sensoriales analógicas se reunió en círculo, sus escudos recientemente concedidos ostentando la cimera de ocho estrellas de Arcturo. Entre esos Analógicos que exponían sus escudos se encontraba Memnosis, Arcturiano entre Arcturianos.


Cuando Memnosis hubo dispuesto el último escudo, se elevó el grito: “Que se adelanten las esporas sensoriales!”


Así, en esa primera tabla redonda, quedó conjurada la trama de la próxima Sonda, en medio de las guirnaldas de luz fumífera y haces de aromáticos pensamientos.


“Procyon en el centro de Velatropa! Sus elementos son salvajes y confundido está en el caos!”, proclamó el oráculo. La esfera de luz en nuestro centro rotó más y más rápidamente. Imágenes, rayos telepáticos, entidades de formas extrañas aunque familiares aparecieron y se disolvieron en rápida sucesión. Crecieron las olas de excitación.


Entonces, desde el corazón de Memnosis estallaron emanaciones en grandes rociadas de caracteres y escenas panorámicas. Cegador, el torbellino de formas vitales alcanzó su crescendo orgásmico. Oscuridad. Olvido momentáneo. Vuelo mágico. Alas de fuego sin cuerpo. Visiones de luz, sin ojos para ver.



Entonces fue que yo mismo llegué, desperté y entré en el ser. Ahí estaba yo, dentro de un árbol, un gigantesco tronco en crecimiento de venas y pulpa nutricia.


Yo, Merlín, engendrado desde dentro de un árbol. Apartándome del árbol, desembarazándome de sus costras y su corteza, sus enredaderas y hojas, sus raíces y ramas impregnadas de hongos, me sentí en una recién descubierta forma corpórea vegetal. Memnosis no era sino un vago recuerdo. Cómo había llegado ahí era un recuerdo más vago aún. Pero allí, esmaltado en mis ojos cuando los cerré para buscar interiormente algún indicio, allí en el pasadizo óptico obscurecido de mi presencia, estaba el escudo de Arcturo. Resplandeciendo en azul y violeta, el escudo pulsaba en mi visión interior. Entonces comprendí.



Procyon nunca había sido domesticado. Varias misiones luciferinas habían alcanzado un rápido final en los planetas interiores de Procyon, víctimas de “inscripciones” químicas mal calculadas. Y sin embargo ya había algo más allí. Y yo estaba aquí con eso, yo que había llegado a la existencia a partir de una emanación del corazón de Memnosis. Como Memnosis, yo ya no era plural, sino singular. Y el nombre en mi lengua era el nombre que yo mismo sabía que era: Merlín.


La condición en que me encontré tras haberme separado del árbol era maravillosamente inocente y plástica. Sólo me bastaba pensar, formar una imagen mental, y ésta surgía a la existencia. Cuando me di cuenta de que el poder de mi pensamiento podía lograr que las cosas sucedieran, comencé a tomar gran cuidado de lo que pensaba.


Simplemente porque había deseado un lugar cómodo para descansar, una torre de grandes bloques cristalinos de mármol arcturiano de color lavanda saltó a la existencia para satisfacer mis necesidades. Entrando en esa torre, encontré su escalera de caracol y lentamente ascendí sus 208 peldaños. Justo después del último peldaño había una especie de puerta. Apenas la empujé giró en sus goznes con un atronador ruido seco. Adentro había algo semejante a un laboratorio o taller. Los rincones era fríos y obscuros. Las paredes parecían ser de alguna sustancia transparente o traslúcida.



Murmullos de muchos seres llegaron a mí mientras observaba cómo las paredes ascendían y descendían, se alejaban y se aproximaban, como los aparejos de un telar.

Sin esfuerzo, me pareció que me elevaban y colocaban en varias posiciones en diferentes secciones de la cámara. Con cada posición que mi cuerpo tomaba, aparecían paneles enteros de luz y registro mental, cada uno completamente único en cualidad y contenido. Se me ocurrió que las posiciones y movimientos eran órdenes telepáticas deliberadas de otros Analógicos, dondequiera estuviesen. Ciertamente, no estaban en Procyon.


Pero tan pronto pensé en ellos, un gran círculo de esporas sensoriales apareció a mi alrededor: el consejo de magos. Pero en este punto debéis entender qué queremos decir con mago. Pues esto es lo que supimos en ese momento de transformación.


Un mago es un mayor de Procyon, una emanación del corazón de Memnosis, la perdurabilidad recordada. Un mago se atiene a diversos códigos y poderes arcturianos. Primero y ante todo, el mago se atiene al código de refinar y limpiar los ojos del corazón, para que el amor pueda estallar puro desde el espejo que refleja la bendición espiralada de la serpiente.



Podéis pensar que hablamos crípticamente, poéticamente. Pero no: frotaos los ojos nuevamente, escuchad más cuidadosamente con vuestros oídos. Escuchad el viento soplando en los árboles de vuestras colinas y valles coronados de estrellas. ¿No es allí donde habréis de hallarnos a nosotros, las voces de Merlín?


Porque así sucedió en el mundo perdido de Procyon, donde la inteligencia y la belleza están depositados en una floresta de árboles siempre cambiantes.


Entonces nosotros los magos, con el poder otorgado por mí, Merlín, el primero en dejar el árbol, nos atenemos a nuestras leyes, a nuestros conocimientos, y estos conocimientos debemos llevarlos a los mundos perdidos para que puedan ser hallados nuevamente. Escuchadnos, porque poseemos la lengua del dragón. Nuestra constancia liga el espíritu a todas las cosas. En nuestro núcleo atemporal, somos los transformadores de la muerte y los que recuerdan la perdurabilidad. Nuestros mundos y encantamientos mágicos abren los corazones y revelan las verdades de la lealtad. Con el cetro del Espejo de Cristal, mostramos a cada uno que lo requiere el orden afinado de su propia verdad reflejada.


Ningún planeta puede elevarse a la exaltación de su destino sin invocar el círculo primigenio de los magos.
Dentro de una esfera de cristal, en ese círculo, está sellado el conocimiento del mago. Lo que el mago lleva en su corona es más que estrellas. Dentro de esa corona, puntiaguda e infinita, están guardados todos los encantamientos. 




Para hallar un mago, encuentra un árbol. Pues desde los árboles de Procyon moldeé un encantamiento, que en cada árbol que crece aguarda un mago para expresar su verdad."



Pequeño Glosario -

ESPORA. Tipo de forma de vida autorreproductiva común en Arcturo y Antares, caracterizada por diversos centros sensoriales, también denominados esporas. Originalmente, binarios o empareja-dos. Cualquier sistema planetario o estelar evolucionado


ESCUDO. Instrumento de la Sonda, guía de la memoria, inscripto con los códigos de engramas. Proporciona protección mediante el recuerdo de los orígenes de la raíz.


MAGO(S). Originalmente, entidades penta-dimensionales emanadas radiogenéticamente por Mem-nosis y con el propósito de guiar la evolución del ser no-emparejado, monádico. Merlín o cualquiera
de sus infinitas emanaciones cuatri-dimensionales, destinadas a defender los códigos del Encanta-miento del Sueño y la ley del kin.


MEMNOSIS. "Condición de recordar." "Oráculo de la perdurabilidad." Antiguo héroe de la Sonda Arcturiana. Encarnado autosacrificado entre los Asesinos de Dragones de Aldebarán. En Altair, alcanza el ser hexa-dimensional, tornándose así instrumental en la domesticación de Lucifer. Actualmente reside en Neptuno con Ma de Ka-Mo, el mayor de los Dragones

MERLIN. Mago primigenio y emanación penta-dimensional del corazón de Memnosis. Desde las arboledas del mago de Procyon, asume muchas formas. Guía clave de la evolución de Velatropa 24, especialmente Maldek y Terra-Gaia. Actualmente en el Excalibur del CSR de Terra-Gaia.



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